Los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos. Y aunque parezca que carece de sentido aseverar dicha expresión indiscutible universalmente y en pleno siglo XXII, resulta necesario en nuestras actuales sociedades profundamente desiguales. Dichos derechos abarcan todos los aspectos de la vida: la salud, la educación, la participación política, el bienestar económico, el acceso igualitario a la justicia, el no ser objeto de violencia, entre otros. Las mujeres y las niñas tienen derecho al disfrute pleno y en condiciones de igualdad de todos sus derechos humanos y a vivir libres de todas las formas de discriminación.
Que los Derechos Humanos sean universales, significa que son para todos y todas, pero históricamente las mujeres sufrieron obstáculos en el goce y ejercicio de estos derechos. Transitando más de un siglo de lucha, se conquistaron derechos tales como los sexuales y reproductivos; o el derecho a vivir una vida sin violencia o a vivir sin ser discriminadas. La protección de los mismos está consagrada en leyes y políticas nacionales firmemente arraigadas en las normas internacionales de derechos humanos.
Por ello, ante la violación de los derechos humanos de las mujeres, la Defensoría del Pueblo de San Juan tiene el compromiso de trabajar en pos de cuidar, defender, respetar y hacer efectivo el ejercicio de los derechos humanos de cada sanjuanina, pero especialmente en ser una institución que tiene una clara perspectiva de género.
En consecuencia, nuestra tarea está orientada en cuatro ejes transversales: la visibilización, ya que el conocimiento de los derechos hace factible la capacidad de reivindicarlos; el cambio cultural, identificando los patrones socio-culturales y estereotipos que son necesarios cambiar ya que están basados en una desigualdad de género; la prevención, en tanto son estos mandatos sociales los que reproducen la desigualdad de género y ofrecen un contexto por excelencia para las violencias que viven las mujeres; y la actuación efectiva ante la vulneración de cualquier derecho de una niña o mujer, especialmente ante una situación de violencia y/o discriminación.
En la provincia de San Juan – Argentina, tenemos una Defensoría del Pueblo con perspectiva de género, que aboga por la idea que sólo podemos lograr un cambio más allá de las generaciones en la defensa de la igualdad de género, si garantizamos el pleno ejercicio y goce de los derechos humanos de niñas y mujeres.
A fin de alcanzar dicho objetivo, en el año 2020 propusimos la campaña “Somos Defensores de la Generación Igualdad”, invitando a toda la sociedad sanjuanina a sumarse con el compromiso de construir esta nueva Generación, especialmente promoviendo diferentes acciones de cambio de los patrones socioculturales que reproducen la desigualdad y la discriminación hacia las mujeres.
En este 2021, desde la Defensoría planteamos la campaña “HistoriaXNosotras”, con el claro objetivo de promover y visibilizar que las niñas y mujeres escriben su propia historia. A través de diferentes cuentos cortos, invitamos a reflexionar sobre historias donde las mujeres son protagonistas, cuentan sus luchas y conquistas, ponen su voz para hacer oír a la sociedad y de este modo reivindicar sus derechos.
Asimismo, atento a que desde nuestro Observatorio de Violencia contra la Mujer (OMUDEF) se identificó que muchas sanjuaninas y sanjuaninos han dado cuenta de ser víctimas de acoso callejero, se dio inicio a la Campaña “Sin Permiso Nada” - Paremos el Acoso Callejero. Se decidió llevar adelante esta intervención cuyo fin es difundir que mujeres y hombres tenemos derecho a no ser acosados con comportamientos o expresiones no deseadas. Con el objetivo de visibilizar esta problemática se invita a bares, café y restaurantes a formar parte de esta campaña, brindándonos la posibilidad de capacitar a su personal sobre Acoso Callejero y compartir con el público en general.
Las campañas mencionadas nos invitan a reflexionar junto con la comunidad sobre los cambios estructurales, ya sean culturales y sociales, necesarios para erradicar una de las pandemias más antiguas de nuestra historia, que es la violencia de género.
Sin dudas, hemos aprendido que la profunda desigualdad de nuestras sociedades, es el caldo de cultivo de la violencia. Por ello, estamos convencidos que propiciando la igualdad será el camino para alcanzar una cultura libre de violencias de todo tipo. Desde la Defensoría del Pueblo consideramos que adoptar acciones de visibilización, concientización y prevención es avanzar hacia la concreción real de la generación igualdad, clave indispensable en la construcción de una Cultura de Derechos Humanos, que asegure la paz, la seguridad y el desarrollo de toda sociedad, libre de violencias contra las niñas y mujeres.